

Informe Mensual Económico Financiero N° 337 – Marzo de 2018
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Por ello, en la medida que la situación de los mercados internacionales lleve a una
reducción de las fuentes de financiamiento, se dificultará el financiamiento del déficit
fiscal y también del déficit de la Cuenta Corriente del Balance de Pagos, y será
preciso compensar la escasez de dólares financieros con dólares comerciales.
En la medida en que se dificulte el financiamiento del déficit en cuenta corriente, la
capacidad de importar se ve reducida y el tipo de cambio debería depreciarse para
alentar las exportaciones y disminuir las importaciones. Se trataría de modificar el
perfil de crecimiento, reduciendo el empuje del gasto interno y favoreciendo la
exportación. En el corto plazo este camino reduce la tasa de crecimiento de la
economía algo inferior al 3%, indicado más arriba, y es consistente con una moneda
doméstica más depreciada y una tasa de inflación mayor.
14.
El comportamiento de los mercados locales refleja la incertidumbre que provoca la
adecuación de la Argentina a un contexto externo menos favorable, siendo que es
fuertemente dependiente del ingreso de fondos del exterior.
Por un lado, la Secretaría de Finanzas amplía los instrumentos que ofrece (por
ejemplo, nuevas emisiones de bonos indexados y otros que combina tasa de interés
con una cláusula gatillo en función de la tasa de inflación, para captar recursos,
como lo hizo a fin de febrero: muchas colocaciones con variados instrumentos y
montos “bajos” parece ser el mecanismo elegido.
Pero, por otro lado, la reacción del mercado llevó la cotización del dólar a cruzar la
frontera de los 20 pesos (cerró febrero a 20,50), apenas moderada por
intervenciones del Banco Nación. Pero el BCRA frenó, al menos transitoriamente, la
estrategia de reducción de la tasa de las Lebac, hasta que el horizonte se despeje.
El nivel de reservas, levemente por encima de los 60,0 miles de millones de dólares,
da un grado de libertad del cual no se puede exagerar.